Dermatilomanía

La dermatilomanía, también conocida como trastorno de excoriación, es una condición en la que una persona siente un impulso incontrolable de rascar, pellizcar o picar su piel, incluso hasta causar heridas. Aunque puede sonar como un simple hábito, en realidad es un problema serio que afecta tanto a la salud física como emocional de quien lo padece.

Este trastorno puede comenzar en cualquier momento de la vida, desde la infancia hasta la adultez, y las razones detrás de él pueden ser variadas, incluyendo estrés, ansiedad o incluso aburrimiento. Lo que empieza como una acción sin importancia, puede convertirse rápidamente en un ciclo difícil de romper.

La psicología sistémica ofrece una perspectiva única para entender y tratar la dermatilomanía. En lugar de enfocarse solo en el individuo, este enfoque considera las relaciones y dinámicas del entorno de la persona, entendiendo que el comportamiento de rascar puede estar influenciado por factores más amplios que solo la psicología individual.

Tratar la dermatilomanía puede incluir terapias que ayuden a la persona a desarrollar estrategias para manejar el impulso de rascar, así como técnicas para reducir el estrés y mejorar la autoestima. La clave está en encontrar un enfoque compasivo y comprensivo que apoye a la persona en su camino hacia la recuperación, reconociendo que cada paso, por pequeño que sea, es un avance hacia una mejor salud mental y física.