El duelo es una experiencia humana universal que todos, en algún momento de nuestras vidas, enfrentaremos. Se trata de un proceso complejo de adaptación emocional ante la pérdida de alguien o algo significativo. Este proceso no es lineal y varía enormemente de persona a persona, involucrando una amplia gama de emociones como tristeza, enojo, culpa y, eventualmente, aceptación.
La psicología sistémica nos enseña que el duelo no solo afecta a nivel individual, sino que también impacta en las dinámicas de los sistemas o grupos a los que pertenecemos, como la familia o la comunidad. Esta perspectiva nos ayuda a comprender que el apoyo y la comprensión de nuestro entorno son cruciales para navegar por el proceso de duelo.
Los procesos de afrontamiento son las estrategias que utilizamos para manejar y adaptarnos a la realidad de la pérdida. Estos pueden incluir buscar apoyo en seres queridos, expresar emociones a través de la creatividad, o incluso encontrar consuelo en recuerdos y momentos compartidos. Es importante recordar que no hay una «manera correcta» de vivir el duelo y que cada persona encuentra su propio camino hacia la sanación. La paciencia, el amor propio y el apoyo de nuestra red de apoyo son fundamentales en este viaje.