El trastorno de ansiedad de separación es una condición que afecta principalmente a niños y adolescentes, aunque también puede presentarse en adultos. Se caracteriza por un miedo intenso y excesivo ante la idea de separarse de las personas con las que se tiene un fuerte vínculo emocional, como padres o cuidadores. Este temor puede manifestarse en forma de llanto, rabietas, quejas de dolores físicos o incluso pánico, cuando se enfrentan a la posibilidad de separación.
Desde la perspectiva de la psicología sistémica, este trastorno no se ve solo como un problema individual del niño o adolescente, sino como un reflejo de dinámicas más amplias dentro del sistema familiar. Se considera que la ansiedad de separación puede estar influenciada por cómo los miembros de la familia interactúan y se relacionan entre sí, así como por los patrones de comunicación y apego dentro del hogar.
El tratamiento suele enfocarse en estrategias que ayudan al individuo a manejar su ansiedad, así como en intervenciones que buscan mejorar la dinámica familiar. Esto puede incluir técnicas para fortalecer la confianza en sí mismo del niño, así como para ayudar a los padres a fomentar la independencia de sus hijos de manera saludable y segura. La clave está en abordar el problema desde una perspectiva holística, considerando tanto al individuo como su entorno familiar.